Despues de algún tiempo de estar ausente hemos decidido publicar algunos mensajes que en este tiempo vemos de vital importancia tanto para los matrimonios existentes como para los futuros matrimonios. Este es el primer artículo de la serie Ministerio de Matrimonios .
La felicidad es uno de los deseos más grandes que toda pareja de novios tiene en su corazón y es el motor que alienta a formar una relación más formal llamada matrimonio.
Sin embargo hoy en día hay muchos matrimonios tristes e insatisfechos no solo entre los que no creen en Dios sino también entre los que si creen en El.
Esta tristeza es causada en gran parte por la falta de atención de los conyugues al plan de Dios para el matrimonio.
¿Porque por esto?, ¿Acaso no es suficiente con esforzarnos a ser buenos hombres?, ¿Porque necesitamos mirar el plan de Dios?; ¿si sigo los ejemplos de mis antepasados, padres, familiares, etc. no puedo alcanzar esta felicidad?;
Muchos han pensado que la felicidad en el matrimonio es en base a cuanto dinero tenemos, lamentablemente esto no es así ya que por el contrario poner la esperanza de la felicidad en el dinero solo ha hecho que haya orgullo en el hogar, egoísmo, adulterio, falta de comprensión y muchas codicias necias. Castillos en el aire que se desmoronan en el momento en que este (el dinero) comienza a faltar y con él, el amor que los unió.
Otros basan su relación sobre los sentimientos “enamoramiento”, pero cuando pasa ese período y las cosas se tornan un poco difíciles entonces piensan que ya no pueden seguir juntos.
Esto no quiere decir que se va a acabar el amor, al contrario sino que el amor de cada uno debe de basarse en la madurez de un amor que ha aprendido a estar juntos en los buenos momentos como en los malos. Y no solo cuando “siento” estar ahí.
Otros basan su relación en la atracción corporal, y se esfuerzan por físicamente llenar el ojo del conyugue pero cuando pasa el tiempo y por alguna razón cambia la estructura física o llega a presentarse una persona con mejor apariencia el matrimonio se ve afectado por estas circunstancias.
El matrimonio no es… “una cuestión de suerte” o de… “haber que pasa”, “haber como nos va”, “como un Barco a la deriva”
Por esa razón…
Cuando uno compra un articulo y hay alguna duda o es necesaria una reparación hay que mirar el manual del fabricante, pues en este caso DIOS CREO EL MATRIMONIO Y ESTABLECIO LAS BASES PARA SU FELICIDAD. El sabe como podemos experimentar la felicidad completa.
Y El puso en su “manual” las principios y herramientas necesarias para desarrollar en cada uno de nuestros matrimonios la felicidad que el planeo para cada uno y esto incluye a todos los matrimonios en todas las épocas de la historia, tanto para el hombre redimido como para el hombre pecador, ya que el corazón del hombre y la mujer sigue siendo el mismo desde la creación de Adán y Eva.
Sin embargo hoy en día hay muchos matrimonios tristes e insatisfechos no solo entre los que no creen en Dios sino también entre los que si creen en El.
Esta tristeza es causada en gran parte por la falta de atención de los conyugues al plan de Dios para el matrimonio.
¿Porque por esto?, ¿Acaso no es suficiente con esforzarnos a ser buenos hombres?, ¿Porque necesitamos mirar el plan de Dios?; ¿si sigo los ejemplos de mis antepasados, padres, familiares, etc. no puedo alcanzar esta felicidad?;
Muchos han pensado que la felicidad en el matrimonio es en base a cuanto dinero tenemos, lamentablemente esto no es así ya que por el contrario poner la esperanza de la felicidad en el dinero solo ha hecho que haya orgullo en el hogar, egoísmo, adulterio, falta de comprensión y muchas codicias necias. Castillos en el aire que se desmoronan en el momento en que este (el dinero) comienza a faltar y con él, el amor que los unió.
Otros basan su relación sobre los sentimientos “enamoramiento”, pero cuando pasa ese período y las cosas se tornan un poco difíciles entonces piensan que ya no pueden seguir juntos.
Esto no quiere decir que se va a acabar el amor, al contrario sino que el amor de cada uno debe de basarse en la madurez de un amor que ha aprendido a estar juntos en los buenos momentos como en los malos. Y no solo cuando “siento” estar ahí.
Otros basan su relación en la atracción corporal, y se esfuerzan por físicamente llenar el ojo del conyugue pero cuando pasa el tiempo y por alguna razón cambia la estructura física o llega a presentarse una persona con mejor apariencia el matrimonio se ve afectado por estas circunstancias.
El matrimonio no es… “una cuestión de suerte” o de… “haber que pasa”, “haber como nos va”, “como un Barco a la deriva”
Por esa razón…
Cuando uno compra un articulo y hay alguna duda o es necesaria una reparación hay que mirar el manual del fabricante, pues en este caso DIOS CREO EL MATRIMONIO Y ESTABLECIO LAS BASES PARA SU FELICIDAD. El sabe como podemos experimentar la felicidad completa.
Y El puso en su “manual” las principios y herramientas necesarias para desarrollar en cada uno de nuestros matrimonios la felicidad que el planeo para cada uno y esto incluye a todos los matrimonios en todas las épocas de la historia, tanto para el hombre redimido como para el hombre pecador, ya que el corazón del hombre y la mujer sigue siendo el mismo desde la creación de Adán y Eva.
Entonces:
¿Cuál es el plan de Dios para el matrimonio?
¿Qué involucra el matrimonio según Dios?
¿Cuál es el plan de Dios para el matrimonio?
¿Qué involucra el matrimonio según Dios?
En primer lugar significa entender que Dios creo el matrimonio y desea bendecirlo y ser parte de nuestros matrimonios.
Dios estableció que el matrimonio fuese una relación permanente.
Significa que deciden que la relación marido y mujer tiene prioridad sobre toda otra relación humana.
El propósito de Dios es que cuando dos personas se casan deben de compartir todo; sus cuerpos, sus posesiones, sus percepciones, sus ideas, sus habilidades, sus problemas, sus éxitos, sus sufrimientos, sus fracasos, etc.
El esposo y la esposa son un equipo que todo lo que cada uno haga, debe de ser por amor a la otra persona y para tener un mismo fin.
La unidad completa y la intimidad total, sin embargo no significan una total uniformidad e igualdad.
Ejemplo del cuerpo humano
Existe gran diversidad, sin embargo hay unidad.
Son distintas las partes, son diferentes pero cada una de esas partes trabajan para el beneficio de las demás.
De la misma manera el marido y la mujer pueden ser muy diferentes en algunos aspectos, pero no deben de permitir que esas diferencias obstaculicen su unidad porque el propósito de Dios para el matrimonio es la unidad total.
Sin embargo, tú y yo sabemos que la unidad total no se logra fácilmente…
El primer obstáculo es nuestra pecaminosidad
Ejemplo Adán y Eva.
De la misma manera que el pecado entró y estorbó la unidad de Adán y Eva, así nuestro pecado sigue siendo la gran barrera que entorpece la unidad matrimonial hasta el día de hoy.
A veces la unidad matrimonial es destruida por el pecado del egoísmo.
A veces es dañada por el pecado del orgullo;
A veces es quebrada por el pecado de amargura o la ingratitud o terquedad o vocabulario hiriente, o abandono o impaciencia, o aspereza o crueldad.
Fue el pecado que destruyó la total unidad de Adán y Eva, y no solo eso, sino que también rompe, quebranta, estorba o destruye la unidad matrimonial hoy en día, y de la misma manera actúa con nuestra relación o unidad con Dios.
Dios estableció que el matrimonio fuese una relación permanente.
Significa que deciden que la relación marido y mujer tiene prioridad sobre toda otra relación humana.
El propósito de Dios es que cuando dos personas se casan deben de compartir todo; sus cuerpos, sus posesiones, sus percepciones, sus ideas, sus habilidades, sus problemas, sus éxitos, sus sufrimientos, sus fracasos, etc.
El esposo y la esposa son un equipo que todo lo que cada uno haga, debe de ser por amor a la otra persona y para tener un mismo fin.
La unidad completa y la intimidad total, sin embargo no significan una total uniformidad e igualdad.
Ejemplo del cuerpo humano
Existe gran diversidad, sin embargo hay unidad.
Son distintas las partes, son diferentes pero cada una de esas partes trabajan para el beneficio de las demás.
De la misma manera el marido y la mujer pueden ser muy diferentes en algunos aspectos, pero no deben de permitir que esas diferencias obstaculicen su unidad porque el propósito de Dios para el matrimonio es la unidad total.
Sin embargo, tú y yo sabemos que la unidad total no se logra fácilmente…
El primer obstáculo es nuestra pecaminosidad
Ejemplo Adán y Eva.
De la misma manera que el pecado entró y estorbó la unidad de Adán y Eva, así nuestro pecado sigue siendo la gran barrera que entorpece la unidad matrimonial hasta el día de hoy.
A veces la unidad matrimonial es destruida por el pecado del egoísmo.
A veces es dañada por el pecado del orgullo;
A veces es quebrada por el pecado de amargura o la ingratitud o terquedad o vocabulario hiriente, o abandono o impaciencia, o aspereza o crueldad.
Fue el pecado que destruyó la total unidad de Adán y Eva, y no solo eso, sino que también rompe, quebranta, estorba o destruye la unidad matrimonial hoy en día, y de la misma manera actúa con nuestra relación o unidad con Dios.
La gran necesidad de ¿AYUDA!
Esto nos lleva a comprender nuestra necesidad de Jesucristo, ya que El es el que nos lleva a tener una buena relación con Dios Col. 1:21-23; Ef. 2:13-21; 2 Cor. 5:18-19.
Pero no solo eso sino también Jesucristo vino al mundo para destruir las barreras que existen entre los hombres y entre los corazones de los esposos. Solo El puede tomar a un hombre y a una mujer pecadores y egoístas y lograr que dejen a su padre y a su madre, se unan y lleguen a ser una solo carne.
Por tanto si queremos experimentar la unidad matrimonial total y con ello la felicidad, debemos saber que Dios no solo quiere ser un espectador más en nuestros matrimonios sino parte de ellos.
Muchos dicen que la relación del matrimonio es una relación de dos pero la Biblia dice que es una relación de tres, ya que cuando JESUS llega a ser parte del matrimonio, éste se hace más fuerte; “porque Cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Ec. 4:12
Invitemos a Jesús a ser el invitado especial de nuestro matrimonio así como lo fue en las bodas de Caná. Jn. 2.
"Este es el principio de la Felicidad. Ya que el ser feliz se basa en tener unidad con Dios y El nos dará el amor para tener unidad en nuestros matrimonios"
Esto nos lleva a comprender nuestra necesidad de Jesucristo, ya que El es el que nos lleva a tener una buena relación con Dios Col. 1:21-23; Ef. 2:13-21; 2 Cor. 5:18-19.
Pero no solo eso sino también Jesucristo vino al mundo para destruir las barreras que existen entre los hombres y entre los corazones de los esposos. Solo El puede tomar a un hombre y a una mujer pecadores y egoístas y lograr que dejen a su padre y a su madre, se unan y lleguen a ser una solo carne.
Por tanto si queremos experimentar la unidad matrimonial total y con ello la felicidad, debemos saber que Dios no solo quiere ser un espectador más en nuestros matrimonios sino parte de ellos.
Muchos dicen que la relación del matrimonio es una relación de dos pero la Biblia dice que es una relación de tres, ya que cuando JESUS llega a ser parte del matrimonio, éste se hace más fuerte; “porque Cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Ec. 4:12
Invitemos a Jesús a ser el invitado especial de nuestro matrimonio así como lo fue en las bodas de Caná. Jn. 2.
"Este es el principio de la Felicidad. Ya que el ser feliz se basa en tener unidad con Dios y El nos dará el amor para tener unidad en nuestros matrimonios"
Dios los bendiga
Omar C.
*Algunas conseptos fueron tomados del libro Fortaleciendo el Matrimonio de Wayne Mack. Ed. Portavoz