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Encontrarás material que fortalezca tu vida familiar así como veremos los medios de información desde un lado que no siempre se muestra...DTB

11.10.07

Ben 10, "seguros que... solo una caricatua mas..."


Cada día los diseñadores en el mundo entero estan creando una vasta gama de oportunidades para obtener la atención de nuestro público infantil, mismo que por ser tan amplia para muchos de nosotros como padres nos es casi imposible estar enterados de exactamente como son o que contenido tienen cada una de esllas, ya que van desde las historietas llamadas comics, hasta los grandes video juegos de pantalla personal donde la interacción es cada vez mayor, dentro de todo esto para muchos hogares la televisión casera es un aula de distracción y relax, así como entretenimiento para mantener un rato a los niños dentro de la casa, como algunos de los padres han expresado en algunas encuestas, este tipo de entretenimiento no es el cuesttionable en este escrito, ya que cada uno de nosotros vemos lo mejor para nuestros hijos, porque creo firmemente que la mayoría, o la graaan mayoría queremos lo mejor para nuestros hijos; por lo que quiero dar a conocer un poco de lo que me apasiona y hemos sido llamados a investigar y poner debajo de la luz.

Al pasar por un estante de una tienda vimos un personaje de caricatura que de pronto mis hijos dijeron su nombre, yo no lo conocía pero solo al verlo en algunas de sus características de su rostro tuve un rechazo hacia el y una desaprobación para con su personalidad, de pronto le dije mi persepción notando un poco de desacuerdo en sus rostros, pero por el momento todo quedo solo en eso, yo me dije debo investigar más de este personaje por que es nuevo y necesito tener una referencia y sustentar mi desaprobación con hechos convincentes sin ser tildado solo como un extremista que por simple gusto quiere que todos sigan sus persepciones,por mis hijos principalmente.

El personaje se llama Ben y es un niño de 10 años que descubre un misterioso artefacto con el que obtiene la habilidad de transformase en 10 diferentes alienígenas cada uno con poderes diferentes, según la trama para ayudar a vencer el mal, pero a costa de hacer a nuetros hijos los protaginistas de esta historia y llevarlos a participar en sus experiencias, como en cualquier historieta que hemos contemplado en la vida, sobre todo cuando queremos ser los heroes del mundo. Bueno pues los nombres del los personajes son los siguientes.

Pues al estar con la firme intención de conocer más de esto, solo pasaron unos cuantos días para finalmente en la t.v. local ver un capitulo de esta serie de dibujos animados, y nuestra sorpesa (para mi esposa y un servidor) que en la trama de ese capitulo estando el niño con uno de los seres con los que se tendría que enfrentar el dialogo fue de la siguiente manera; El ser que se le aparecio le dice... soy un espíritu de miedo fui enviado para entrar dentro de ti... la respuesta del niño fue... no, no lo permitiré.... Que es esto que pasa dentro de nuestros hogares que no nos damos cuenta que están siendo atacados nuestros hijos y maldecidos en nuestra propia sala, debemos de entender que hay un plan maestro para hacerles daño y robarles su vida, nosotros tenemos este testimonio que espero sea para cada uno de ustedes un punto de apoyo para que no pasen por esta situación tan dificil para aquellos que lo hemos vivido. Pues fue realmente para nosotros revelador como es tan claro el mensaje con respecto a lo que hay detrás de estas proyecciones que llegan a nuestros hijos y lo que quieren hacerles en su vidas inocentes. Vivimos una clara victoria hace unos meses cuando de repente uno de nuestros hijos tuvo unas semanas realmente criticas con su vida emocional ya que sin ningun motivo aparente comenzó a tener miedo de cosas que eran parte de su vida diaria, como ir a la escuela, estar en un aula de la iglesia, dormirse en su cama, etc. y vimos con nuestros propios ojos como el miedo se convertía en pavor cada vez que se tenía que quedar sin uno de nosotros, pero nuestras sospechas de que no era una etapa más, sino una opresión diabolica ocasionada por un espíritú, fue confirmada al momento de estar orando por él en algunas noches que le pedíamos a Dios su ayuda mi esposa y yo, y en otra ocasion cuando unos siervos de Dios fueron a orar por nuestra familia en nuestra casa y sin haberles dicho nada de lo que estaba ocurriendo al poner sus manos sobre nuestro hijo comenzaron de repente a reprender espíritu de temor, al teminar comentamos lo que había pasado pero sabíamos que era Dios nos estaba enseñando lo que estabamos viviendo, Dios nos dió la victoria pero ahora sabemos que tenemos que estar más alertas que nunca de todo lo que a nuestros hijos les estamos proveyendo para ver, escuchar o aprender.

Omar Campos

18.9.07

Violencia Familiar

Las heridas de la violencia familiar

Después de estar observando el crecimiento acelerado de la violencia en México y que ahora uno de sus estados del norte como lo es Nuevo León sea colocado ahora en el primer lugar en crecimiento de este fenómeno, mostrando en sus noticieros informativos, columnas periodistas, paneles de comunicación social, y demás puntos de comunicación, los pormenores que hacen de este fenómeno tan antiguo como lo demuestra las primeras páginas del génesis bíblico, el de mayor punto de discusión social y de porque no llamarlo así "morbo-social" ya que los medios periodísticos han ahora abusado de sus noticias con este titulo en sus encabezados, con la bandera de ser exclusivamente información noticiosa. Sin embargo lo que han conseguido es solo enmarcar la poblemática sin dar una solución convincente de lo que hoy pueden encontrar las familias que están sufriendo esta situación en su lecho conyugal.

Hoy quiero recomendar una producción llamada Cicatrices, hecha precisamente para no solo mostrar los estragos de una relación que fue convirtiéndose en un verdadero infierno en la tierra, porque no podemos negar que cuando nuestra vida familiar esta inmiscuida en esta realidad todas las áreas en las que participamos activamente como son la familia, la relación padres e hijos, nuestro trabajo, nuestros pasatiempos, etc. todo es contaminado por esta forma destructiva de vivir; y hemos puesto en este blog, el vídeo clip llamado guardián de mi corazón, donde aparecen escenas de esta producción cinematográfica que acertadamente de Paco del Toro realizo hace tiempo para dar una esperanza y una salida a todas las familias que están viviendo esta realidad y puedan antes de que sea demasiado tarde conocer que si hay una solución para su hogar.

3.8.07

Despierta Papa Despierta

Parece que los padres estamos fallando en el proceso de separación, individualidad y ayuda a los hijos a crear su propia independencia.
A eso se le podría llamar COMPLEJO DE PAPA GALLINA.

Es curioso, lo que pasa es que confundimos lo que es el amor y nos dedicamos a hacer felices a nuestros hijos, a cumplirles sus caprichos, a resolverles la vida y no pensamos en prepararlos para una vida dura, así que nuestros hijos nunca aprenderán a ganarse la vida
y a ser autosuficientes.
A eso se le llama hacerlos DEPENDIENTES E INUTILES.
Cada día los hijos pretextan su ayuda en las labores del hogar alegando que su única responsabilidad es el estudio, pero lo demás depende totalmente de sus padres.
A eso se le llama ser MANTENIDO.
En aras de una felicidad mal entendida queremos llenarlos de cosas materiales, se les compra la mejor ropa o los tenis más caros, estudian en escuelas particulares, dinero para las discotecas, dinero para sus gastos, un carro si es posible, sin mencionar otros “compromisos económicos que ellos hacen”; los cuales no se ganan y lo más grave ellos piensan que es tu obligación.
A eso se le llama ALCAHUETERIA.

Te sacrificas en todos los sentidos para que tus hijos tengan lo
mejor y nunca les quedas bien y lo que recibes por parte de ellos es: EXIGENCIAS Y EGOISMO.

Les hemos dado tanto, que se creen merecedores de todo. No te piden… TE EXIGEN.
Les hemos dado tanta atención que se sienten el centro del universo, cargados de egoísmo creen que el mundo debe de girar a su alrededor y que lo único valioso, importante y primordial: son ellos.

No les hacemos conciencia de su papel como individuos responsables.
Si yo como padre cumplo con el compromiso de cubrir sus necesidades personales, de salud y escolares….

Ellos tienen que cumplir con el compromiso de sacar buenas calificaciones y colaborar en el hogar.

¿Qué está pasando con las nuevas generaciones?

Si miramos un poco hacia atrás y revisamos los años lejanos o cercanos a nuestra juventud, todo era muy diferente. No tenías teléfono celular… y no pasaba nada. No tenías computadora… y te fletabas a mano. Te conformabas con la ropa que te podían comprar y no por eso te sentías diferente ni descalificado por no usar la marca X ó Z.

Si te llamaban la atención, te negaban un permiso o te daban un coscorrón, de ninguna manera le faltabas el respeto a tu papá, ni mucho menos lo amenazabas.


Si te ibas a una tardeada, fiesta o reunión, te comprometías a regresar a una hora determinada, que tenías que cumplir te gustara o no, de lo contrario no había permiso para la siguiente. Y eso no era motivo para emitir gritos, zapatazos y azotones de puerta, chantajes o tener durante una semana sonrisas fingidas o caras molestas.

En ese tiempo existía un valor muy importante que nos enseñaron desde pequeños, se llamaba: RESPETO.

Ahora no se conoce, no existe, no sabemos en que lugar estará o detrás de que mueble lo escondimos para que nuestros hijos no lo encuentren y mucho menos lo practiquen. Había valores que eran preponderantes: uno era el orden, el otro la disciplina y otro la obediencia.

Hoy en día, algunos padres no ayudan a la tarea, si no que la hacen completa, y habiendo tanto libro e información a la mano, además te la buscan, lo único que les falta es ir a presentar el examen en el salón de clase.

Y todo este circo para que el chico no haga berrinche y no sufra una deshidratación a causa de sus lágrimas y lo más triste ….. “para mantener la paz social en el hogar”, donde la solvencia y la autoridad de los padres hace mucho tiempo no existen. Y qué decimos del hogar, donde para evitar conflictos y discusiones, como ya no funciona aquel estribillo de: Jorgito a la una, Jorgito a las 2, Jorgito a las dos y cuarto como si fuéramos reloj. O el clásico "voy a contar hasta diez“ va una, van dos... Nos convertimos en el cómplice de nuestros hijos.
Eso sí, con la boca callada para no caerles gordos con tanta habladera y no les permitimos a nuestros niños que se desgasten ni siquiera recogiendo sus propios tiraderos.

Total para qué (pensamos), ellos por qué, si no tienen culpa alguna de mis problemas, ellos no pidieron nacer. En aquellos tiempos no te sobreprotegían, ni te solucionaban los problemas, tenías libertad hasta para cometer errores, lo cual te llevó a desarrollar un sentido de responsabilidad y de identidad. Eso se llama CRECER.

Dentro de este proceso de crecimiento no estaban exentos un coscorrón, un cinturonazo o una que otra nalgada bien puesta, mismas que a nadie le ocasionó ningún trauma, por tratar de que obedecieras,
En aquellos tiempos la voz de tu padre se escuchaba con respeto, las órdenes de mamá se acataban sin protestar y los consejos de ellos no eran catalogados como cantaletas, rollos o monsergas.

Ni le decías a tu papá "ya cállate“ o el famoso “si, hombre, si”

En aquellos tiempos los padres ponían los límites, las reglas y las condiciones y no tenían miedo de que el hijo o la hija les dijeran: es que aquí no me comprenden, la onda es diferente, no me dejan ser, tu no te metas, tu de que hablas, tu eres peor, o el típico "me voy de la casa“

¿Pues adonde te ibas a ir que te trataran mejor que en tu casa?

En aquellos tiempos los padres no tenían miedo de llamarte la atención y "que te enojaras".
Total que tenías dos costos enojarte y volverte a contentar.

En aquellos tiempos si no querías comer, te quedabas con hambre, porque no te daban dinero para comprar porquerías en la tienda de la esquina. Además para qué, si la mamá se levantaba temprano a prepararte el desayuno o tu lunch.

En aquellos tiempos tus padres no justificaban tus malas calificaciones, ni tu mal comportamiento en la escuela, ni la falta de respeto a los maestros, ni tu falta de colaboración y apoyo en tu casa.

En aquellos tiempos el padre decía no. Y no, quería decir NO.
En aquellos tiempos la figura paterna era muy diferente a la actual, en aquellos tiempos el amor, el respeto y la consideración…No daban cabida a los actuales calificativos: Mi papá está loco, ya está chocho, es un egoísta, está neurótico, es un frustrado, y quien sabe cuántos calificativos más. Mismos que me causan una gran pena, no sé si por quien los emite o por quien los recibe. ¿Que vamos a hacer con los hijos de hoy?: Egoístas, aprovechados, dependientes, irresponsables, irrespetuosos, groseros, estafadores económicos y emocionales.

Si no les das dinero, inventan y te lo sacan o si pueden te lo roban, o de plano se enojan. Si no les das permiso de salir, se enojan o les vale un verdadero sorbete y se salen. Si los reprendes te responden y no te escuchan, Si tratas de buscarlos, te apagan el celular. Si sacan malas calificaciones, no les importa, total su papá es el que paga.

Enséñales a ganar su propio dinero con honestidad, para que sepan lo que cuesta administrarlo y disfrutarlo.

Enséñales a valorar la oportunidad del estudio, no todas las personas tienen el privilegio de prepararse, tener una profesión y formar un plan de vida equilibrado. Enséñales a respetar a sus semejantes para que cuando tengan su pareja la sepan cultivar y procurar. La igualdad entre hombres y mujeres no es faltarse al respeto, ni tener jerarquías ventajosas.

Enséñales a formar su escala de valores que los harán seres humanos de bien, útiles a su familia y a la sociedad. Hazles conciencia que los valores no han pasado de moda ni son piezas de museo.

Enséñales a quererse a sí mismos para que cuando tengan sus hijos, los amen y eduquen.

Para que tengan credibilidad en la relación de pareja. Piensa … ¿Qué vas a querer a cambio de un abrazo?

DESPIERTA PAPÁ DESPIERTA.

Vamos a ponernos las pilas, hagamos de nuestra escala de valores un estandarte, para que nuestros hijos aprendan lo que es el respeto, el compromiso, la honestidad, la humildad, la cortesía, la prudencia, la generosidad, el agradecimiento; y la nobleza de corazón…Que los harán unos seres humanos de excelencia

DESPUES DE TODO NO ES TAN DIFICIL
PRUEBA Y VERAS

Vida para la familia

12.6.07

Nuestros Hijos y como los Malcriamos




Ser Buenos Padres
¿Padres buenos o buenos padres?

Quizás has oído la historia de algún antepasado tuyo, tal vez tus padres o abuelos, sobre lo difícil que se las vieron cuando se casaron, sin dinero y sin ayuda.

A mí me ha tocado y los oigo hablar de ese pasado con cierto orgullo por salir adelante solos, con su valor y la ayuda de su cónyuge, Son matrimonios sólidos, basados en su amor por el otro y en la convicción de que, toda empresa que se quiere sacar adelante, implica esfuerzo, y no hay empresa más grande ni más difícil que la de un buen matrimonio.

Uno podría pensar que si estas personas vieran a algunas de las parejas que se casan ahora, con la casa puesta, auto en la puerta, un negocio instalado y toda su vida resuelta, dirían que les tocó la mejor época.

¡Pero nada más lejos de esto!

Los que pasaron por épocas difíciles salieron adelante y no quieren olvidar su pasado, sino por el contrario, sienten que fue la base que cimentó lo que han logrado, tanto en lo material como en lo espiritual.

No te quiero decir con esto que fue su mejor etapa, pero sí necesaria.

Empezaron solos, con lo que podían en ese momento, sin espejismos, ni subsidios y, aunque esto les causó incomodidades y privaciones, no tomaron una actitud negativa, porque sabían que se tenían el uno al otro.

Además, le encontraron un sentido a su sufrimiento, palabra casi inadmisible en nuestros tiempos. Y gran parte de la culpa es "nuestra"... de los papás.

Como siempre -me incluyo-,No queremos que nuestros hijos pasen incomodidades.

Desde niños los dejamos en la puerta de la escuela para que no caminen. Les simplificamos todo para que no batallen y les dejamos un mensaje implícito: "Sufrir y batallar no tiene sentido". Después, cuando estos niños se casan los papás les quieren resolver hasta el último detalle. Si no pueden ir de luna de miel a una playa extranjera, no importa, sus papás les pagan el viaje; si no podían vivir más que en un departamento pequeño, no importa, sus papás les pueden pagar una casa o un departamento grande... Y así con todo...

Por querer hacerles el camino fácil se los hacen cada vez mas difícil, porque llegará un momento en que papá y mamá ya no estarán allí, o si está no podrán resolver otros problemas más serios. Son estos niños jugando a casarse quienes, a la primera dificultad en su matrimonio deciden mandarlo todo a volar, porque luchar por sacar adelante cuesta mucho trabajo y ellos no están acostumbrados a luchar;

¿Para qué? si todo se les ha dado siempre sin hacer esfuerzo. En el libro “The Road Less Traveled” (El camino menos viajado), de Scott Peck, comenta que la vida es difícil, pero una vez que lo sabemos, entonces deja de serlo. La vida es una serie de problemas: aceptándolos y resolviéndolos es como el individuo crece.


He ahí la importancia de que nuestros hijos aprendan a resolver sus propios problemas. Tal vez estés pensando que eso de resolver los problemas de los hijos sólo pasa en las familias acomodadas, que son las únicas que se pueden dar el lujo de mantener otra familia además de la suya. Pero, excluyendo a los que se encuentran en extrema pobreza, te sorprenderías si supieras cómo ayudan los papás de todo tipo de estratos sociales a sus hijos a no sufrir. Si tuviéramos conciencia del daño que hacemos a nuestros hijos al leerles el pensamiento y cumplirles todos sus caprichos, seguramente no lo haríamos.

Pero a veces sentimos que es nuestro deber y otras veces queremos que tengan todo lo que nosotros no tuvimos. Un amigo me comentaba que fue a una reunión y un sacerdote les dijo a los ahí presentes (en su mayoría, padres de jóvenes matrimonios) que les estaban dando demasiadas cosas a sus hijos. Un padre contestó que simplemente quería que sus hijos tuvieran todo lo que ellos nunca pudieron tener.

¡El sacerdote dijo: Ustedes tienen lo que tienen, precisamente por lo que NO tuvieron!

Vuelvo a lo mismo, estos niños y jóvenes mal acostumbrados son pésimos a la hora de sacrificarse. Y no me refiero solamente a grandes sacrificios sino a algo tan simple como ceder en la convivencia diaria. En un matrimonio siempre hay prioridades a la hora de comprar algo.
¿De quién será la prioridad? ¿De él?, ¿De ella? Si ninguno acostumbra prescindir de lo que le gusta, ¿cómo harán?

En el mejor de los casos, aprenderán a estirar, aflojar y batallar antes de llegar a un acuerdo. Pero, si el egoísmo está tan arraigado que no hay manera, ¿entonces qué?: llega el divorcio claro, por incompatibilidad de caracteres, y se acabó. Asunto arreglado". Desgraciadamente, la incompatibilidad de caracteres es nada menos que la imposibilidad de convivir con los demás, sólo que con el cónyuge se nota mucho más, porque allí sí viven juntos.

Eso viene del egoísmo de estar acostumbrado a ser el centro de atención, a que la vida gire a su alrededor; y eso desgraciadamente se enseña en la casa, en donde se prepara a los matrimonios del futuro. Así que, la próxima vez que tu hijo tenga algún problema, ayúdalo si quieres pero no se lo soluciones.

No lo subestimes, te aseguro que saldrá adelante. Esto será una gran ayuda para tu futuro yerno o nuera. Ellos te lo agradecerán. Padres buenos hay muchos; buenos padres, hay pocos. No es difícil ser un padre bueno, en cambio, no hay nada más difícil que ser un buen padre.

Un corazón blando basta para ser un padre bueno, pero la voluntad más firme y la cabeza más clara son todavía poco para hacer un buen padre. El buen padre dice sí cuando es SI y no cuando es NO. El padre bueno sólo sabe decir...sí.

¿ES PARA PENSARLO, NO?

REFLEXIONES
“Si quiere ver a tu hijo feliz un día, dale un regalo; si quieres verlo feliz toda la vida, enséñalo a vivir”. M. Grunberger.

“Nos esmeramos tanto por dar a nuestros hijos lo que no tuvimos, que se nos olvida darles lo que sí tuvimos”. Farmer’s Almanac.

Vida para la Familia

19.4.07

El Sacerdocio de los Padres


EL SACERDOCIO DE LOS PADRES
(Autor desconocido)

Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes... Deuteronomio 11:19
Dios siempre ha tenido un especial cuidado para la familia. Tenía un plan para Adán y Eva al colocarlos en el huerto. Salvó una familia de los juicios de la tierra (Gn. 8:16). Prometió a Abraham que en su simiente serían benditas todas las familias (Gn. 12:3). Cuando el pueblo de Israel estaba en Egipto salvó a los primogénitos de cada familia (Ex. 12:13). Cuando el pueblo poseyó Canaán mandó que se acercaran y regocijaran por familias (Deu. 12:7). Dios mismo cuidó a personas con el propósito de preservar toda la línea genealógica para que naciera Jesús. Y de entre todas las familias de la tierra escogió la familia de Belén para que allí naciera el Señor de Israel (Mi. 5:2).
En el Antiguo Testamento y en la cultura Hebrea, los padres actuaban como sacerdotes representando a su familia delante de Dios. Antes que Dios escogiera una tribu para servir en el sacerdocio, delegó en los padres esta responsabilidad. El pasaje que utilizamos inicialmente, nos habla de tan solo uno de los deberes de los sacerdotes que han atesorado la Palabra: enseñar a sus hijos mientras estén en la casa, vayan por el camino y al descansar. La familia es la Iglesia pequeña y Dios ha delegado autoridad en los padres para que cumplan con su función.

I. DIOS INSTITUYE EL SACERDOCIO DE LOS PADRES:
La familia como primera entidad constituida por Dios, establece la base para la formación de nuestra vida. Dios formó a Adán y Eva y los unió en matrimonio. Ellos fueron visitados por Dios Padre, con quien mantenían una comunión especial. Estos a su vez, trasladaron a sus hijos la necesidad de mantener una relación con su creador. Es de esta manera que sabían como adorar a Dios (Gn.4:3.4).
Los padres son constituidos como autoridad en el hogar (Ro. 13:1). Ellos son los responsables no solo por suplir lo material sino, para el alma y el espíritu de quienes conforman dicho hogar (1 Ti. 5:8). En ese sentido, son ellos quienes con su ejemplo deben guiar a sus hijos en lo secular y espiritual. Llama la atención la importancia y respeto que los israelitas tienen respecto a sus padres. Cuando el criado de Abraham busca esposa para su hijo Isaac, busca de entre la misma parentela, Rebeca consulta a sus padres, respecto a la decisión que tomaría y sale con la bendición de ambos (Gn. 24:28,50,60). El mismo Jesús con su ejemplo nos enseña la sujeción que como hijos debemos a nuestros padres (Lc. 2:51).
Cuando el Señor liberó al gadareno este insistía en seguirle, Jesús le dio instrucciones para que fuera a los suyos (familia) y contara cuán grandes cosas hizo el Señor en su vida (Mr. 5:19). De la misma manera el Señor, demanda que compartamos a los nuestros las cosas que el Señor está haciendo en nuestras vidas, así como, mostrarnos como ejemplo de lo que el Evangelio hace en cada uno de nosotros (1 P. 3:1-7).
El Nuevo Testamento que constituye la realidad de la sombra del Antiguo, manifiesta la responsabilidad de los padres. No se trata únicamente de haber traído hijos a este mundo, sino engendrarlos espiritualmente (1 Ti. 2:15). La Palabra manda criarlos en disciplina y amonestación (Ef. 6:4). Quizás una de las tareas más hermosas sea el inducirlos para que ellos en lo personal conozcan a Jesús como su salvador de manera que tengan temor y no se aparten del camino aún cuando lleguen a la edad adulta (Pr. 22:6).

II. RESPONSABILIDADES DE LOS PADRES:

Al igual que los sacerdotes tenían deberes respecto a su función, el Señor ha establecido responsabilidades en la Palabra para que las pongamos en práctica. Así mismo, la misma Escritura nos muestra ejemplos positivos y negativos para que aprendamos a conducir a nuestros hijos en el Camino.
a. Enseñar:
Muchos padres se ocupan de que sus hijos reciban la mejor enseñanza secular. La Palabra responsabiliza a los padres de familia para enseñar a los hijos respecto al reino, su relación con Dios y los aspectos prácticos de la vida. Es por ello que debemos poner especial atención al ejemplo, pues éste debe corresponder con lo que les decimos. Recordemos que los primeros años en la vida de un hijo son básicos para su formación. Es por ello que debemos aprovechar para enseñarles. Los sacerdotes eran los responsables de enseñar la ley al pueblo. Nosotros como sacerdotes no enseñaremos ley, por el contrario, trasladaremos con amor las enseñanzas de la Palabra. Enseñemos a nuestros hijos que la Palabra y el Espíritu serán quienes nos dicen como vivir en medio de este mundo (2Ti. 3:14,15).
b. Cubrir:
El apóstol Pablo hablando de un matrimonio mixto, indica que el creyente de ese hogar santifica a sus hijos (1 Co. 7:13,14). Si uno de los padres es nacido de nuevo, éste trae bendición a los suyos, ¿se imagina cuánto más si ambos lo son? Esto hará que sobre el hogar haya un vallado. Los padres como autoridad son el medio que Dios ha delegado para cubrir y bendecir a quienes componen dicho hogar. Cristo cubre al varón, el varón a su esposa y ambos a sus hijos (1 Co. 11:3). Quizás muchos no den importancia a este aspecto, pero si lográramos visualizar el mundo espiritual en medio del cual vivimos, comprenderíamos la importancia de estar cubiertos y de cubrir. En estos tiempos finales existe una asechanza sobre la familia. El enemigo aprovechándose de puertas que abrimos, desea dividir, sembrar rencor, resentimiento, etc.
c. Ministrar:
El sumo sacerdote se ocupaba de los sacerdotes, que no tuviesen impedimento, enfermedad, pecado, etc. que pudiera impedirle ministrar en el tabernáculo. Como padres somos los primeros en ministrar o atender el trino ser de los integrantes de nuestra familia. Lamentablemente nos ocupamos mayormente del cuerpo y no así del alma o del espíritu.
Muchas veces el enemigo nos utiliza para dañar el alma de los nuestros. Esto puede darse desde el momento de que se está en el vientre o durante las diferentes etapas de desarrollo, principalmente en la niñez. Es en el hogar y durante los primeros años que se forma el carácter. En buena medida, de nosotros depende como serán nuestros hijos si tengan baja su autoestima, sean introvertidos o todo lo contrario.
Como sacerdotes debemos escuchar, aconsejar y orar por los nuestros. En ocasiones ellos atraviesan situaciones difíciles en el medio en donde se desenvuelven y necesitan que les dediquemos tiempo (Pr. 27:23). Es importancia que inspiremos confianza para que ellos puedan acercarse, sabiendo que nosotros presentaremos su caso delante de Dios.
d. Interceder:
Todo sacerdote estaba obligado como siervo a pedir a favor del pueblo. Los padres como sacerdotes debemos presentarnos delante del trono de gracia para pedir en todo tiempo, en favor de los nuestros. Anhelemos frecuentar el altar para pedir por las ovejas que Dios nos ha delegado (Cnt. 1:6). Muchas veces oramos e intercedemos con facilidad por otros, pero nos cuesta hacerlo por los de casa, pidamos primeramente por los cercanos (Mt. 15:24). Si los nuestros ven resultados como producto de la oración que hicimos, ellos anhelaran tener sus propias experiencias. Jesús oro al Padre pidiendo por los discípulos para que fuesen guardados mientras estuviese ausente (Jn.17).
Pidamos que el Señor guarde a nuestra esposa e hijos y en ocasiones hagámoslo juntos para que ellos conozcan al único y verdadero Dios que responde, sana, provee, auxilia, etc.
Cuando hablamos de disciplinar a nuestros hijos no nos referimos exclusivamente a que se tenga que dar un castigo. Los padres de familia son los llamados a corregir a sus hijos. Uno de los ingredientes de la disciplina es la corrección pero recordemos que el propósito de la disciplina es producir fruto apacible de justicia (He. 12: 9-11). No provoquemos a ira a nuestros hijos, muchas veces nos desmedimos en la corrección y les afectamos. La corrección debe hacerse con mucha sabiduría y amor según sea su edad. La Palabra nos dice que desde temprano debemos corregir (Pr. 13:24). Hay quienes rehúsan corregir a los suyos y esto trae dificultades, por el contrario si lo hacemos producirá descanso (Pr. 29:17).
f. Bendecir:
Que hermoso es ver a un padre de familia poniendo manos sobre sus hijos para desearles toda clase de bien. Muchas veces no comprendemos el efecto que produce en el corazón de nuestros hijos cuando les decimos lo que ellos son para nosotros. Muchos por el contrario, desde muy pequeños han escuchado maldiciones y éstas han hecho su efecto al punto de inutilizarlos y desvalorarse. Los patriarcas bendecían a sus hijos, los reyes bendecían a sus súbditos, Jesús bendijo a sus discípulos. ¿Por qué no bendecir a los nuestros aún cuando ya los hijos tengan formado su propio hogar?

III. RESULTADOS DEL SACERDOCIO DE LOS PADRES:
En el hogar de Isaac y Rebeca había preferencia respecto a su hijo. Esto lo vemos cuando Isaac pronunció la bendición de la primogenitura. Resulta que Rebeca se inclinaba por Jacob quien era varón que habitaba en tiendas, mientras que Esaú era cazador. En una ocasión al volver Esaú del campo tenía hambre y Jacob ofrece un guiso a su hermano a cambio de la primogenitura de Esaú. Cuando Isaac estaba entrado en años, pidió a su hijo mayor Esaú que cazara algo y preparara un guiso para posteriormente bendecirlo. Al enterarse Rebeca, habló a Jacob para que se hiciera pasar por su hermano y ella participó de este engaño haciendo la vianda para Isaac. Fue de esta manera como Jacob obtuvo la bendición de la primogenitura pero aprendemos de esto cómo se puede causar daño a los hijos cuando hay preferencia sobre alguno, por sus características o cualidades. Como padres debemos amarlos y tratarlos a todos por igual, aprender de nuestro Dios, el cual no hace acepción de personas. Otra lección es que ambos cónyuges se merecen respeto y no debe haber doblez en alguno sino: comunicación, acuerdos para corregir, dedicación para los hijos, etc. (Gn. 25:29-34, 27:6-10).
El caso del sacerdote Elí es otro ejemplo de los resultados del mal sacerdocio de los padres. Estos muchachos eran impíos y probablemente Elí no les amonestaba al punto que la Palabra dice que ellos no tenían conocimiento de Jehová y por su mal ejemplo los jóvenes de esa época menospreciaban las ofrendas de Jehová (1 S. 2:12-18). En este caso notamos la falta de corrección por parte del padre.
Todo lo contrario pasó en los casos de Timoteo quien por la perseverancia de su abuela e instrucción de su madre era un joven ejemplo en Listra (Hch. 16:1,2; 2 Ti. 1:5). La relación de los esposos Aquila y Priscila quienes en pareja servían al señor, fueron los instrumentos para enseñar a Apolos (Hch. 18:18). Finalmente vemos el sacerdocio de José y María quienes a pesar de sus propios planes aceptaron el propósito de Dios para sus vidas. Jesús como hijo adoptivo se sujeto a ellos hasta que llamado al ministerio hizo la obra que le fue encomendada por su verdadero Padre hasta llegar a la cruz.

Fraternalmente en Cristo,
Pr. Julio César Suárez D.
IGLESIA "MONTE CALVARIO"
LAS ASAMBLEAS DE DIOS DE BOLIVIA


VIDA PARA LA FAMILIA

9.4.07

La Mayor Ganancia

La verdadera vanidad
Salmo 119:37.Vivir en libertad es el deseo de Dios, y hoy El te va hacer libre y te dará el carácter para poder vivir así.
Salmo 119:37 . “El que está avivado no mira la vanidad”. Pero ¿qué es vanidad? ¿Qué pasa cuando usted compra unos zapatos, una bolsa, accesorios y llega a su trabajo y le dicen: “Ahí viene esa vanidosa”.
Eso ¿no es vanidad para mucha gente? En las Escrituras hay tres formas en que se explica la vanidad.
Shaf en hebreo quiere decir “vano, falso, mentir, vacío, conducta indigna”. En Efesios 4:17, esta palabra “vanidad” en el griego es matallones , significa “perversidad, depravado, algo que carece de fuerza, verdad, éxito, resultados, propósito”. Aquí no habla ni de tu vestido, ni de tus zapatos, ni de tu casa. Habla sobre todo lo que no tiene éxito, ¿acaso no expresa que ha trabajado en vano?
La palabra “vanidad” es todo lo que carece de propósito alguno. Pero viene usted, se arregla para su esposo, va al salón, se pinta y se pone su vestido y le coquetea a su marido, y al marido a usted lo trae loco y sin ideas. Pregunto, ¿es eso vanidad? ¡NO! Porque no lo ha hecho en vano. Di: “Yo debo ser enseñado sobre cómo debo de vivir”.
Vamos a Eclesiastés 1:14. “Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu”. Esta palabra “vanidad” es otra palabra en hebreo, y es evel, quiere decir “vano, vapor, aliento, vanas esperanzas, actuar de forma vacía”. ¿Por qué “vapor”? Porque no lo puede agarrar, se desaparece. Él decía aquí que era algo que se acaba. Es la palabra “vanidad” lo que hemos confundido. Veamos unos versículos que hablan de vanidad. Eclesiastés 2:11: “Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol”. Digan “sin provecho”.
Eclesiastés 2:15. “Entonces dije yo en mi corazón: como sucederá al necio, me sucederá también a mí. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad”.
“Si igual le pasa al necio y al sabio, en vano me hice sabio”, dijo él. Eclesiastés 2:17-21. “Aborrecí, por tanto, la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu. Asimismo, aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.

Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.
¿A cuántos les ha pasado que hacen la casa, y nunca educan al hijo, a la hija y al mes siguiente que usted se muere la venden? Es mejor que cuando están pequeños los hijos, se eduquen e instruyan para que cuando sean grandes, sigan lo correcto. Ustedes están a tiempo para educar a sus hijos pequeños. Y si no, tenga otro. ¿Cuántos sueñan con dejarle una casa a su hijo?, pero ¿cuántos sueñan con dejar un buen hijo en la casa?
Eclesiastés 4:7-8. “Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol. Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.” “El bien no es el trabajo en sí, es ¿para quién trabajo? Si no es así, tengo que hacer un cambio en mí.
Eclesiastés 2:22-23. “Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aún de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.”
Pero miremos ¿qué es vanidad para la gente? Es cuando te tomas un día de descanso, pero los que trabajan tanto, llegan con dolores, cansados, pidiendo una pastilla, eso es vanidad. Para lo que el mundo es vanidad, para Dios no, vamos a vivir de acuerdo a la Palabra de Dios. Eclesiastés 2:26. Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu”. Di: “Dame sabiduría, ciencia y gozo”. ¿Cuántos creen que tienen una conducta que agrada a Dios? Diga conmigo: “Allá afuera hay algún pecador amontonando para dármelo a mí”.
Eclesiastés 3:19. “Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.” “… porque lo que sucede a los hijos de hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es, como mueren los unos, así mueren los otros”.
Que triste que cuando se muere la mascota de la casa, lloran más por la mascota que por el dueño de la casa. Y cuántos se ponen felices porque algún animal se muere, pero muchas veces se ponen felices por un ser humano que se muere.
Eclesiastés 6:1. “Hay un mal que he visto debajo del cielo, el del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra y nada le falta de todo que su alma desea, pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad y mal doloroso.” Le voy a explicar con un ejemplo, fui con una amiga que vive en California y fuimos a comer a la casa donde ella trabajaba, era una mansión. Había un carrazo, y me dijo: “mira gano tantos miles, cuido a dos niños, los llevo al club”, y le pregunté “¿y tu jefe?”. Respondió: “casi ni lo miro”, y le dije ¡sos millonaria!
¿Cuántos de ustedes salen a tomar un café con un amigo, a pasar un rato con sus hijos? Pues saben: son millonarios. ¿De qué te sirve prosperar diariamente y no disfrutar lo que tienes? Porque tú no sabes si mañana ya no estarás y otro venga y lo disfrute. Los hijos que usted nunca disfrutó, pero el novio la disfruta. Ahí está usted con sus joyas que nunca se las pone, sólo para momentos especiales, y después se lo roban, pero adentro de su casa. ¡Póngaselo! ¡Disfrútelo! Ahí tiene su relojito y el día que se muere, llega el yerno y lo mira y dice “qué mejor que su yerno favorito”, y se lo agarra.
¿Qué es vanidad y qué no es vanidad? Vanidad es trabajar tanto y no poder disfrutar el fruto de tu trabajo, no poder salir a comer con tus hijos. Eclesiastés 8:10. “Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad.”
¿A cuánto impío se ha honrado aquí en la tierra? Honran a los artistas de cine, con sus estrellas. Pero a los hombres de Dios, los pones en el olvido. Pero cuando critican a tu pastor, te “chiveas”, y hasta dudas, eso se llama hipocresía religiosa. De vivo honren a sus pastores, y no de muertos.
Vanidad no es que yo vista un traje aquí si a mí me encanta predicar así, Vanidad es que te dé una Palabra y mañana se te olvide. Si el lujo fuera vanidad, entonces ¿qué es Dios? Vive en el cielo, tiene calles de oro, portal de perlas, su trono no es la silla que usted tiene ahí, está lleno de perlas preciosas… Pregunto ¿es Dios vanidoso? Vanidoso sería que siendo el dueño del cielo y de la tierra, el oro y la plata no disfrute de todo esto. Vanidad es haber recibido todo lo que Dios te ha dado y por “el qué dirán de la gente”, no lo disfrutes.
La gente siempre va a decir algo. Tenga usted a su esposa “finuchi”, guapa, y la gente va a decir: “saber ni cómo lo tiene la mujer”. Pero no sea usted de los que siempre dice: “déjele ese pecado a otros”. Usted vive en la libertad que Cristo le dio, como arreglar a toda una ciudad. Eclesiastés 9:7 “Anda y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son agradables a Dios”. Si eres agradable a Dios, ve porque hoy Dios te da el don de disfrutar lo que haces, lo que tienes y de lo que vives. Hay quienes de ustedes que no disfrutan de ustedes mismos, ni de lo que se ponen. ¡Cambien!
Eclesiastés 9:8-10. “En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos lo días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.” Yo disfruto predicar, disfruto la risa de la gente, disfruto ver bien a la gente. “Goza de la vida con la mujer que amas todos los días”.
Gócela cuando están de jóvenes y no de viejitos. No sabemos vivir, sólo pasamos la vida como locos, matándonos todos los días, y tienen hasta problemas de conciencia, no parecen hijos de Dios, parecen sus esclavos. Eso es vanidad y por años, los conceptos del mundo te los han puesto en la cabeza, rompe con eso ya. Eclesiastés 12:9 “y cuanto más sabio fue el predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e
hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios”. Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones. Rompe con esa vanidad hoy, sé libre y disfruta lo que tienes”.

Mensaje realizado por el pastor Cash Luna

Vida para la Familia

6.4.07

EL AMIGO DEL HIJO

Era la reunión del domingo por la noche de un grupo apostólico en una iglesia de la comunidad. Después que cantaron los himnos, el sacerdote de la iglesia se dirigió al grupo y presentó a un orador invitado; se trataba de uno de sus amigos de la infancia, ya entrado en años. Mientras todos lo seguían con la mirada, el anciano ocupó el púlpito y comenzó a contar esta historia:

"Un hombre junto con su hijo y un amigo de su hijo estaban navegando en un velero a lo largo de la costa del Pacífico, cuando una tormenta les impidió volver a tierra firme. Las olas se encresparon a tal grado que el padre, a pesar de ser un marinero de experiencia, no pudo mantener a flote la embarcación, y las aguas del océano arrastraron a los tres."

Al decir esto, el anciano se detuvo un momento y miró a dos adolescentes que por primera vez desde que comenzó la plática estaban mostrando interés; y siguió narrando:

"El padre logró agarrar una soga, pero luego tuvo que tomar la decisión más terrible de su vida: Escoger a cuál de los dos muchachos tirarle el otro extremo de la soga. Tuvo sólo escasos segundos para decidirse. El padre sabía que su hijo era un buen cristiano, y también sabía que el amigo de su hijo no lo era. La agonía de la decisión era mucho mayor que los embates de las olas."

"Miró en dirección a su hijo y le gritó: ¡TE QUIERO, HIJO MIO! y le tiró la soga al amigo de su hijo. En el tiempo que le tomó al amigo halar hasta el velero volcado en campana, su hijo desapareció bajo los fuertes oleajes en la oscuridad de la noche. Jamás lograron encontrar su cuerpo."

Los dos adolescentes estaban escuchando con suma atención, atentos a las próximas palabras que pronunciara el orador invitado.

"El padre" -continuó el anciano- "sabía que su hijo pasaría la eternidad con Cristo, y no podía soportar el hecho de que el amigo de su hijo no estuviera preparado para encontrarse con Dios. Por eso sacrificó a su hijo. ¡Cuán grande es el amor de Dios que lo impulsó a hacer lo mismo por nosotros!"

Dicho esto, el anciano volvió a sentarse, y hubo un tenso silencio. Pocos minutos después de concluida la reunión, los dos adolescentes se encontraron con el anciano. Uno de ellos le dijo cortésmente:

"Esa fue una historia muy bonita, pero a mí me cuesta trabajo creer que ese padre haya sacrificado la vida de su hijo con la ilusión de que el otro muchacho algún día decidiera seguir a Cristo."

"Tienes toda la razón", le contestó el anciano mientras miraba su Biblia gastada por el uso. Y mientras sonreía, miró fijamente a los dos jóvenes y les dijo:

"Pero esa historia me ayuda a comprender lo difícil que debió haber sido para Dios entregar a su Hijo por mí. A mí también me costaría trabajo creerlo si no fuera porque el amigo de ese hijo era yo."

Vida Para La Familia

Bienvenida

Saludos a todos nuestos amigos, este es un espacio para comentar acerca de la familia y de aquello que nos ayudará a tener una familia sana, esperamos sus comentarios y sus aportaciones, Omar Campos